Decidí compartir esto con ustedes porque me parece una buena forma de ver la alimentación y de adquirir como estilo de vida. Nunca he sido partidaria de dietas y restricciones alimenticias, me parece que restringir las cosas que nos encanta comer no es la solución a nuestros problemas, menos si esto involucra un esfuerzo sobre humano y en muchas personas incluso enromes malos ratos. Creo que, simplemente, debemos estar conscientes de lo que nos hace bien y lo que no, así, esas cosas deliciosas que nos encantan pero sabemos que no son buenas debemos comerlas en menor cantidad, eliminarlas de nuestra rutina, pero NO de nuestra vida, dejarlas para una vez al mes o para el fin de semana.
Hace varios meses decidí cambiar mis hábitos alimenticios, no fue una decisión que tome, no hice un juramento, no me leí un libro de vegetarianos, tampoco se me ocurrió porque leí un ensayo de lo terrible que es el comercio de las carnes, el maltrato animal y todo eso, sigo comiendo carne, huevos, queso, tomando leche y todo tipo de cosas. Simplemente hace aproximadamente tres meses decidí alimentarme mejor. ¿Cómo? Estando más consciente de lo que como, compro y cocino. Me pasaba al parecer antes que simplemente comía en piloto automático, comía por comer y no me daba cuenta lo que realmente necesitaba.
Algo hizo un click en mi cabeza, sinceramente no se que, y decidí hacer un alto, estar más atenta. Dejé el pan blanco, el azúcar, la mantequilla y el café instantáneo en mis desayunos, los cambié por pan integral, palta, ricota, jamón de pavo y café de grano. Agregue a mis almuerzos muchas verduras y eliminé las preparaciones con exceso de aceite, azúcar y grasas, deje de tomar jugos en polvo y comencé a comprar más productos bajos en grasas saturadas y azúcares simples. Esto todo según lo que yo sentí que necesitaba, nadie me lo dijo, no me lo indico ningún profesional, ni me recomendaron bajar de peso, solo sentí que era necesario un cambio.
Cuáles han sido los resultados?, esta es la parte por la que realmente me intereso compartir esto con ustedes. Tiempo después de cambiar estos pequeños detalles en mi alimentación comencé a sentirme mucho mejor conmigo, con más energía. Como disminuí el azúcar y el exceso de grasas en mi rutina normal, cada vez que como algo con mucha azúcar lo detecto, siento que es excesivamente dulce y no me gusta, lo mismo pasa con el exceso de crema y grasa en algunas preparaciones. Siento que mi cuerpo se adaptó a una dieta sana y equilibrada, es el quien decide ahora que es bueno o malo para mí.
Lo que me interesa transmitirles no es que eliminen todas las grasas y cosas que “hacen mal” de su rutina, si fuese por eso creo que no podríamos comer nada, simplemente es compartir mi experiencia para que muchos se den cuenta de que muchas veces comemos sin pensar y que pequeños cambios hacen cambios muy grandes. No soy la reina de la alimentación saludable para decirles que tienen o que no tienen que comer, yo como de todo, amo los brownies, las hamburguesas, pastas y pizzas, pero también sé que no puedo alimentarme de eso todos los días.
Es por eso que el consejo más importante es que hagan un stop y vean si lo que están comiendo en sus rutinas diarias (por que de vez en cuando una chanchada no está mal) es realmente bueno y saludable, si creen que no remplácenlo, no se imaginan la cantidad de productos nuevos y ricos que han llegado a los supermercados, está repleto y no todos son caros. No es difícil planear una rutina alimenticia rica y saludable. No aseguro nada pero al menos a mí me sirvió, espero que a ustedes también.
* Pueden encontrar recetas fáciles, ricas y saludables en la sección de recetas, además en instagram publico muy seguido fotos de lo que como a diario, ideas de desayunos, almuerzos y por que no una que otra cosa rica para darse un gusto.