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Soupe à l'oignon


Mantequilla, cebolla, caldo de carne, crutones y queso, ¿te imaginas que puede ser?, cálida y acogedora, suave y deliciosa ¿Ahora sí?

Es la sopa de cebolla la elegida esta vez, aquella con la que en más de una ocasión hemos entrado en calor en un frío día invernal.

Su receta aparece por primera vez en el siglo XIV en el libro “Le viandier” de Taillevent en Francia. Cuenta la historia que esta exquisita preparación se consumía a altas horas de la madrugada en las tabernas, restoranes y mercados de París. Perfecta para despertar a los fiesteros parisinos y para entregar reponedoras energías a los trabajadores. El tiempo avanzó y este plato comenzó a expandirse alrededor del mundo, convirtiéndose en uno de los entrantes principales a la hora de comer.

En Chile la podemos encontrar en un sinfín de lugares, es inevitable tener mi favorito y como no, compartirlo con ustedes. Para mí el elegido es Les Assassins en el barrio Lastarria, en donde seguro si se aventuran por esta exquisita sopa no se arrepentirán. La sirven en un gran bol para sopa, sobre este flotan los crutones, el caldo deslumbra por su cristalino color y en el fondo puedes encontrar como sorpresa exquisito queso derretido, el sabor es delicioso y suave. Lo más importante es que no escatiman en gastos con el ingrediente estrella, la cebolla aparece en cada cucharada de sopa que llevas a tu boca. Simplemente un imperdible para este invierno.

Dirección: Merced 279B, Santiago

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